18 Oct Rufina Santana. Blog El Exegeta.Miami.
La artista se sumerge en los tonos azules y agua, buscando las profundidades, los secretos que vienen desde el nacimiento y que hay que desentrañar. Como buena hija de Yemayá, también reina en el mar, representando la fertilidad con los colores; la riqueza está en sus manos, en la creación y la búsqueda.
La niñez la pasé dibujando, a los catorce años ya estaba preparada para comenzar los estudios superiores de arte. Visitaba estudios de artistas y les ayudaba en sus talleres, así, pintores de la afamada escuela Lujan Pérez, avalaron mi entrada y posterior traslado a la facultad de Bellas Artes de Barcelona. A los 19 años terminé los estudios y comencé a enseñar y a pintar. Desde hace veinte, me dedico en exclusiva a generar proyectos propios y colaborar con distintas instituciones.
Ella se inspira en el mar principalmente como tema de sus pinturas, sin dejar de lado a la tierra y sus colores de jardín. No le teme ni al negro, ni al rojo, ni al amarillo, porque ella es una isla, y sólo una isla puede repetir los colores intensos de la naturaleza. El azul es mi color más significativo. El mar que tanto nos une, contiene todos los azules, y esa es la firma de muchas de mis obrasRufina es isleña de Lanzarote, una isla del archipiélago canario en el océano Atlántico, que desde 1993 fue declarada, Reserva de la Biosfera de la UNESCO. Allí tiene su hogar, para reencontrarse con el mar cuando regresa de Japón, Holanda, Alemania, Francia o Madrid…, donde visita universidades y colegios, hace exposiciones y da conferencias prácticas; también muestra sus proyectos: “Hespérides”, “Bosc”, “Escoria y/o Agua”, “Oceánicos Azules” “Cartografías del Agua», mismos que buscan descubrir o esclarecer los misterios que la inquietan. Mi pintura está inspirada en la tierra y el mar. Me interesan la poética de la forma y el color. Sin embargo, mi mayor obsesión está en los azules oceánicos. Para esos mares reservo las aguas del Narciso enamorado, el vino rojo de Dionisio, y el iniciático “Viaje del Héroe” y la Isla, territorio pasional como metáfora del Ser y del Paraíso. Comenta y disfruta explicando el porqué de su andar constante.
Rufina es isleña de Lanzarote, una isla del archipiélago canario en el océano Atlántico, que desde 1993 fue declarada, Reserva de la Biosfera de la UNESCO. Allí tiene su hogar, para reencontrarse con el mar cuando regresa de Japón, Holanda, Alemania, Francia o Madrid…, donde visita universidades y colegios, hace exposiciones y da conferencias prácticas; también muestra sus proyectos: “Hespérides”, “Bosc”, “Escoria y/o Agua”, “Oceánicos Azules” “Cartografías del Agua», mismos que buscan descubrir o esclarecer los misterios que la inquietan. Mi pintura está inspirada en la tierra y el mar. Me interesan la poética de la forma y el color. Sin embargo, mi mayor obsesión está en los azules oceánicos. Para esos mares reservo las aguas del Narciso enamorado, el vino rojo de Dionisio, y el iniciático “Viaje del Héroe” y la Isla, territorio pasional como metáfora del Ser y del Paraíso. Comenta y disfruta explicando el porqué de su andar constante.
Sombras del Teide (Acrílico sobre papel)
Los críticos no se cansan de señalar los efectos de la mercantilización del arte. Por ello le pregunto a Santana si cree que realmente ha cambiado mucho ese mercado, desde los tiempos de los clásicos. El mercado no debe ser condicionante de la obra de un artista, aunque de hecho, lo es para muchos. Desde hace algún tiempo, con mi equipo, ideamos, diseñamos y vendemos, nuestros proyectos. “Estudio Rufina Santana”, es una marca personal. Esto es el mercado y el arte como una profesión. Otra cosa es la persona, el artista, cuando me encierro en el taller, sucede la aventura más interesante y maravillosa. Cuando se pinta no hay tiempo, solo el tiempo de la pintura, y un solo sentido: el impulso a ser y hacer. Si eso falla, no hay mercado que valga, ni arte que sobreviva. El mercantilismo juega con los artistas, pero nunca podrá con el arte………